Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Juan Filloy, sin duda el más emblemático escritor argentino del siglo XX, nació y murió en Córdoba, Argentina, pero vivió casi toda su larga vida en la pequeña ciudad de Río Cuarto, en donde fue juez. Escritor vanguardista de culto, dejó una obra vastísima, que incluye novelas, cuentos, ensayos, poemas y más de dos mil palíndromos perfectos. Cortázar reconoció su influencia en Rayuela y lo consideraba uno de los mejores escritores de habla hispana.