Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Es posible decir que La muerte de Ivan Ilich es el testamento de León Tolstoi. Una obra tan abundante, compleja y a menudo contradictoria como la suya, logró cristalizar un diamante en estas páginas. En este libro cabe toda la intensa piedad de Tolstoi, expresada en una lección de estilo que ha hecho decir a Vladimir Nabokov que La muerte de Ivan Ilich es el más grande de los grandes relatos cortos