Escritor abocado a buscar destinos, Irving Ramírez utiliza al aforismo como método liminal. En su práctica de este género híbrido cohabitan poesía, ensayo, novela y hasta guion. Para él, el aforismo es una suerte de centauro literario.
Así, la zona que colinda TODOS LOS RECUERDOS SON LOBOS es rica en matices; sucinta, elegante y madura. Creación y pensamiento se perciben borbotantes en una frontera muy delgada.