Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Durante los últimos veinticinco años un buen número de poetas, narradores, dramaturgos y ensayistas han enriquecido y transformado nuestra tradición literaria. Se trata de escritores originales y activos, cuyas obras -parte fundamental del panorama de las letras mexicanas- merecen ser mucho mejor leídas y conocidas. La colección La Centena, en sus vertientes de narrativa, poesía, teatro y ensayo está dedicada a recuperar esas obras significativas y a valorar a sus autores.La creación como vocación absoluta sería un lema que no desentonaría en el umbral de la obra de Daniel González Dueñas, escritor extraño en su generación, la de los nacidos en la década de los cincuenta, y asintomático en el contexto mexicano, autor de extensas monografías sobre figuras diversas, como Buñuel, Cortázar, juarroz (La fidelidad al relámpago, en colaboración con Alejandro Toledo, ESN, 1998), Jodorowsky; o sobre tópicos narrativos como en el Libro de Nadie (que recibió el premio de ensayo Casa de las Ameritas/Fondo de Cultura Económica en 2003) o Las visiones del hombre invisible, que el lector tiene en sus manos. En él González Dueñas sigue la evolución de esa figura a través de cuentos, novelas y películas trazando un emocionante itinerario del imaginario colectivo trabajando a través de la obra de arte.
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