Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Moliére, cuyo indudable poder de observación y feroz ironía de los vicios humanos, describen de manera magistral las pasiones de la sociedad de su tiempo. Con El misántropo presenta al hombre crítico con la sociedad, enfrentado a todo ya todos, la persona que nada encuentra bien y que llevado por un elevado sentido de la verdad y la justicia no encuentra acomodo en ningún lugar. Tartufo es la historia de un hipócrita sin escrúpulos, que, haciéndose pasar por un hombre bueno y santurrón, consigue ser venerado por el rico señor Orgón, padre de los jóvenes Mariana y Damis y casado en segundas nupcias con la hermosa Elmira. Con gran astucia Tartufo logra que lo lleven a vivir a casa de esa familia y ahí, poco a poco va imponiendo su voluntad a su protector y a todos los seres queridos de éste, disimulando su tiránica conducta con la máscara de la humildad y de los consejos religiosos. Sin embargo, la situación se agrava cuando Tartufo pretende casarse con una de las hijas de su protector, y al mismo tiempo, intenta seducir a Elmira. Al final la esposa de Orgón, valiéndose de una artimaña, consigue desenmascarar a Tartufo. El matrimonio se reconcilia y el falso santurrón recibe el castigo que merece.