Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
«Alcancé tal práctica que los sueños me llegaban escritos a la mano, incluso con sus títulos.» Georges Perec estaba convencido de que todo el mundo significativo está hecho de sueños. Algunos se recuerdan, otros se cuentan pero son muy pocos los que se transcriben. «La cámara oscura» es un raro volumen, perequiano por los cuatro costados, que reúne por primera vez en castellano ciento veinticuatro sueños del genio oulipiano. «Terminé por admitir que esos sueños no habían sido vividos para ser sueños, sino soñados para ser textos; que no eran la vía regia que yo creía que serían, sino caminos tortuosos que me alejaban cada vez más del reconocimiento de mí mismo.» Un libro repleto de sorpresas y asociaciones inesperadas, un artefacto onírico que no pretende «recontar» la propia historia, sino descubrir tesoros ocultos que nacen en el mágico momento en que todas las barreras están levantadas.