Tres personajes deambulan por Extraños en un diván de Jacques Bonnavent. La obra se divide en varias sesiones reminiscentes de las que se llevan a cabo en el psicoanálisis. Y con esta técnica parecen conformarse éstas. Los diálogos suelen desembocar en preguntas que se abren en vez de cerrarse. El lenguaje de los sueños es un elemento central. El método terapéutico resulta conocido para el espectador que lo sigue con interés. Poco a poco parece abrirse el argumento a su desenvolvimiento. Sin embargo, de sesión en sesión habrá de modificarse lo que en un momento parece entenderse pero que después se altera. Esta alteración lleva a quien presencia la obra a alterar también su percepción