Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Akadem Gorodok (Ciudad Académica) es el principal centro educativo y científico de Siberia, fundado en 1958, en la antigua URRS, por la Academia Soviética de las Ciencias. Mikhail Lavretyev, físico y matemático, desempeñó un papel destacado en el establecimiento del Akadem Gorodok, el cual en su periodo de apogeo fue hogar de 65,000 científicos con sus familias. G. Budker, primer director del Instituto de Física Nuclear, realizó múltiples contribuciones a la física moderna, en el campo de la aceleración de partículas y tubos de colisión de electrones y positrones. En Akadem Gorodok, Pablo Ortiz Monasterio realiza un recorrido por el ahora llamado Instituto de Física Nuclear Budker --por décadas pionero en las ciencias nucleares y que hoy sigue siendo un centro de desarrollo científico importante--, logrando incluso penetrar en sus entrañas para mostrar a los lectores imágenes de un mundo que parece haberse quedado detenido en el tiempo. El trabajo de Ortiz Monasterio, realizado en la frontera entre la investigación y el reportaje fotográfico, sin olvidar el elemento artístico, al que acompaña un prólogo ilustrativo de José Manuel Prieto, representan un novedoso esfuerzo editorial.