Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Los habitantes de la ciudad de México están desapareciendo poco a poco. Lagartijas, aves y canes invaden las calles de la ciudad. Un terrible diluvio ha hecho renacer los lagos del Valle de México. En medio de todo ello Andrés, un estudiante de historia, despierta para darse cuenta del estado de cosas: de la civilización sólo quedan los objetos; los pocos habitantes que quedan realizan sus actividades cotidianas tratando de ignorar el hecho de que están solos y que, quizá, al siguiente minuto desaparezcan.La obra es un análisis de las consecuencias que pueden afectar a la ciudad, ya que el futuro del planeta está en juego. Es también una narración aderezada de humor y nostalgia, una trama fantástica sobre la soledad y el alienamiento de las grandes manchas urbanas.