Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Septiembre. Zona de desastre cuenta los días posteriores a los terremotos de la Ciudad de México, el 19 y 20 de septiembre de 1985. Basado en un testimonio de las brigadas de rescatistas que se formaron espontáneamente en esos días urgentes, Fabrizio Mejía Madrid cuenta lo ocurrido con personas, edificios, amistades y amores entre ruinas, humo y rescates casi milagrosos La pregunta que su historia hilvana es: ¿Podemos rescatar lo que se ha ido para siempre? La memoria, donde lo mismo aparecen Carlos Monsiváis que Rockdrigo González y Plácido Domingo, parece responder de alguna forma como una despedida a la Ciudad de México antes y después de su caída.José Hernández, monero reconocido por su trabajo de caricatura en La Jornada, en la revista Proceso y en El Chamuco, le da vida a ese momento crucial para millones de personas en la historia reciente del país. La resolución gráfica de Hernández nos deja ver a un dibujante realista, preciso, que echa mano de la tradición de la novela gráfica al mismo tiempo que la combina con el montaje del cine.Al conjuntar la historia de Fabrizio con el trabajo de Hernández, Septiembre. Zona de desastre constituye un referente para las nuevas generaciones de ese momento en la historia de México, en el que casi todo cambió para siempre.