Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En una habitación del hotel Orange, en Bloemfontein, Sudáfrica, cuatro hombres aterrados descubren un diario. Rápidamente, uno de ellos reconoce a su autor, un entomólogo experto en fiebres africanas, cuyas confesiones en papel revelan la más espeluznante de las venganzas profesionales.