Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Esta historia capta la sencillez, la espontaneidad y la libertad de una infancia idílica, mientras que la ilustración de Freya Blackwood captura la luz e incluso el olor y la sensación de un día de verano perfecto.