Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
La caja X puede ser cualquier cosa: la memoria, la existencia, el deseo, el misterio. Puede ser el poeta mismo, en alusión a una interioridad sensible y una racionalidad innombrable. También La caja X puede ser un reservatorio estético fragmentado cuyos elementos cuentan al menos con quince años de incesante trabajo poético. Esta colección de poemas, osadamente anárquica, encuentra su unidad en la intención de grabar instantes existidos. La evocación fundamental que da sentido al libro encuentra resonancias en la memoria mecanizada de los videojuegos, objetos omnipresentes en la vida del autor.