María Sabina es un libro de arte que se compone de tres partes: la serie fotográfica que realizó durante su estancia de diez días en casa de la curandera en 1982; un testimonio en el que narra su experiencia con los enteógenos conocidos como niños santos, y una selección de fotografías de dicha serie intervenidas por el artista que transmiten aspectos de una experiencia difícilmente comunicable con palabras. Estas últimas funcionan como un puente entre narración e imagen. En este recuento de primera mano, las ricas imágenes del fotógrafo italiano ayudan a llenar espacios vacíos en el mito de la sabia anciana. Los guiños de intimidad y cercanía que transmiten algunas de las fotografías contrastan con aquellas otras que participan y se rinden totalmente ante el mito sobrehumano de la cabalgadora de truenos que tuteaba a Benito Juárez. Esa duplicidad, la de la mujer que encarna el poder de la trascendencia de la comunión con la naturaleza y cuyo rostro se volvió la marca misma del misticismo indígena y que es al mismo tiempo una abuela más, cansada y amorosa, se ve reflejada en las poderosas imágenes inéditas que este libro pone al alcance del lector. María Sabina nos ofrece la posibilidad de acercarnos a un personaje icónico en la cultura de la psicodelia --underground-- de los años sesenta a ochenta en México, a partir de las imágenes y los testimonios de Gusmano Cesaretti; ellos constituirán sin duda un nuevo punto de partida para conformar la imagen de quien fue la Chjota Chjine de Huautla de Jiménez.