Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
La filosofia de la ilustración latinoamericana abrió senderos para fomentar el pensamiento crítico en un medio cultural ciertamente propio para ello ; anclo sus reflexiones en el suelo americano, por lo que nació determinada por la realidad, a la cual buscó desentrañarle su sentido, convirtiendose en un instrumento para trascenderla; con ello desembocó en una suerte de filosofía de la liberación al participar del fortalecimiento de la conciencia patria y sobre todo porque sentó las bases de la génesis del ser latinoamericano.
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