Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
El niño divino y el héroe empezó siendo un ensayo en literatura comparada o en psicología del arte, y ha terminado siendo algo parecido a lo que Joseph Campbell hizo con la mitología: una obra de exégesis. Solo con la diferencia de que el punto de partida de ésta no ha sido el de las Sagradas Escrituras, o el de algún monumento mitológico, sino pequeños libros de nuestro tiempo, aquellos que los adultos, por un sentimiento de su propia importancia, relegan a los niños.