Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Uno de los retos de las democracias liberales es la construcción de una ciudadanía moral, donde los ciudadanos se sepan sujetos no sólo de unos derechos fundamentales, sino también de unos deberes cívicos. Algunas de las teorías morales contemporáneas, como el comunitarismo y el republicanismo, han subrayado ese déficit que convierte a las sociedades actuales en conjuntos de individuos atomizados que ejercen su libertad sin cooperar a favor del interés público. Nuestra democracia es, en muchos aspectos, una «democracia sin ciudadanos», con rasgos preocupantes como la falta de civismo, la desafección política y la poca participación en los asuntos que conciernen a todos.
Los ensayos que componen este libro constituyen una serie de reflexiones en torno a las dificultades de nuestro tiempo para definir la función del ciudadano. Se analizan las realidades que hacen especialmente difícil que el deber de civilidad sea asumido como algo intrínseco a la condición de ciudadano. Realidades como el peso de la economía, el poder de los medios de comunicación, el resurgir de los nacionalismos, el declive de la fraternidad y, en definitiva, la existencia de personalidades indecisas, desapegadas y desmoralizadas. La realidad es la de una «democracia contra sí misma», según la expresión de Marcel Gauchet, que, entre otros objetivos, debe repensar el papel que la educación ha de tener en la construcción de una ciudadanía más activa y comprometida.
Esta obra interesará tanto a los teóricos de la ética y de la política, como a quienes se enfrentan a la tarea de educar, al gobierno de las administraciones o sencillamente se cuestionan cuál debiera ser el lugar del ciudadano en nuestras democracias.