Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
“Una tarde yo me tendí sobre
la alfombra y le dije a mi padre
que inventara dos o tres historias
conmigo. Pero él apartó su rostro
y rehuyó mi trato. Dos delgadas
arrugas se dibujaron en su frente.
Y era como si estuviera desnudo
en medio de una gran multitud.
A los pocos días empezó
la mudanza”.