El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
"No me lo van a creer, pero hoy por la mañana..." Así empieza Juan su excusa diaria por llegar tarde a la escuela. Hasta que un día, el maestro les hace una advertencia: "A partir de hoy no se admiten retardos y quien no logre llegar puntual dejará de formar parte de este grupo". Juan, por alguna extraña razón, sigue apareciendo ante el grupo con su: "No me lo van a creer".