Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Ignacio Manuel Altamirano expresa en esta ingenua narración cómo apaciguar pasiones, muy vivas en aquel entonces en el pueblo mexicano que había luchado y sufrido una horrible guerra civil. La narración de esta novela trata del encuentro de dos figuras contrapuestas: un militar liberal ateo y un cura católico español.