El maestro Henry Díaz construye de forma ingeniosa y con variados recursos técnicos una pieza poética sobre la resistencia matriarcal en el marco del desplacamiento generado por la violencia. A través de microrrelatos, Rubén -personaje polifónico- se constituye en murmullos de monólogos interiores de un hombre que encuentra refugio en los campanarios y que se entrega para no asustarse, para combatir el miedo.