El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Receurdos de El Chamberín, un extenso e infrecuente poema sobre tema charro, es en realidad una suerte de preludio y coda de la gran novela mexicana que Luis G. Inclán (1816-1875) abordó en las páginas de Astucia, su única novela. Resuelta en décimas -"abominables", en opinión del historiador Carlos González Peña, o la menos no más que los versos de Martín Fierro, a juicio de Salvador Novo, esta pieza es una sentida e informada epopeya, digna de atención por venír de quien viene. A su modo, recupera varios momentos culminantes de la intensa vida en el campo mexicano -una vida en buena medida desconcertante, aun en el siglo XIX, a los ojos de alguien más bien ya hecho a las costumbres de la ciudad, como José Joaquín Fernández de Lizardi-, y redondea el enigmático perfil de un autor como Inclán, quien conoció como pocos los tiempos y las atmósferas del campo nacional.
Libros relacionados
Tragedia de la misión de San Sabá y otras relaciones de la insumisión indigena