Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Dos piezas teatrales donde brilla la maestría de un autor que aúna en sus obras historia y ficción. Un enfrentamiento entre dos figuras señeras de la filosofía, Descartes y Pascal, en el que queda patente, no sólo la posición de cada uno de ellos, sino el sustrato ideológico de todo el siglo XVII. La Antecámara recrea el enfrentamiento histórico que mantuvieron madame Deffand y Julie de Lespinasse por dirigir uno de los salones más influyentes en el París prerrevolucionario del siglo XVIII.