El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Desde pequeño muestra una gran predisposición al arte, en concreto a la música, y en 1928 se traslada a Madrid para cursar sus estudios de violín en la Escuela Superior de Música. Allí conoce al compositor y director Enrique Casal Chapí. Es en esta época cuando comienza a asistir a tertulias políticas y literarias en los cafés madrileños. Su círculo de amistades - como Benjamín Péret o Wilfredo Lam- lo acercarán a la órbita del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), en el que comenzará a militar en 1935.