A principios del siglo XXI existe el peligro de que los agentes tóxicos interactúen con los ácidos nucleicos y produzcan alteraciones en el material genético. "Los lazos entre la toxicología, la genética y la biología molecular permitirán desvelar los mecanismos de tales alteraciones e impedirán, se espera, que el metabolismo de los compuestos tóxicos se traduzca en peligros para la vida en la Tierra", nos explica la autora.
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