Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
El verso medido, a ras de la hierba, como semibarrido por el viento, sin espigarse demasiado hasta la altisonancia, contrasta con lo que sugiere, la llanura, el ancho espacionorte donde la huella del hombre, sombra de natura, es un accidente del tiempo que mal sobrevive al mmisterio de un presagio de armonía que, de no ser por la palabra, permanecería irredento.