Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Imagínese lo que sería despertar una mañana sabiendo que una arteria va explotar en su cerebro. En cualquier momento. Loyola despertó un día con esa información: tenía un aneurisma cerebral.
Aunque no sea posible imaginar siquiera como va a cambiar su vida a partir de ese hecho, podemos sospechar que se pondrá de cabeza. Convivir con la posibilidad de la muerte a cada minuto, y al mismo tiempo con el terror de intentar de evitarla mediante una cirugía delicadísima es la experiencia de que Loyola nos da cuenta con poesía esperanza y al mismo tiempo fascinación, Si, porque estar ante el misterio de la muerte 24 horas al día no deja de ser fascinante y, claro, preocupante.
Suerte para el lector que el sobreviviente de esa experiencia sea un escritor que la transformó casi en una novela. De suspenso, miedo, angustia y mucha , mucha luz al final de ese túnel por el cual ninguno de nosotros quisiera pasar.
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