Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Los referentes más importantes del teatro de títeres en México son las marionetas de los Rosete Aranda y los guiñoles de Bellas Artes. El libro, escrito en español e inglés, le cuenta al lector la ejemplar historia del Teatro Guiñol de Bellas Artes, que alcanzó su época de oro en el momento mismo de su arranque en 1933. Su inicio está ligado a la educación, por lo que una de sus principales funciones era la de acercar a los alumnos al camino de la apreciación estética.Observará el lector, en las más de cincuenta fotografías, que en esta selección el papel protagónico lo representan los propios títeres por razones obvias: diseño, colorido, cantidad, variedad y factura hacen patente la creatividad, pasión y empeño que hay detrás de ellos. En el Teatro Guiñol de Bellas Artes trabajaron muchas personas. Este libro se centra en su época inicial, que fue la que se benefició del mayor número de artistas de alto nivel. Nunca el teatro para niños en México había contado con un concurso tal de talentos nacionales e internacionales, entre los que se encuentran Angelina Beloff, Jean Charlot y Jaime Colson. Aunque muchos más artistas colaboraron con su ingenio, otros como Graciela Amador, Loló Alva de la Canal, Lola Cueto, Roberto Lago y Jesús Díaz lo mantuvieron con vida por muchos años.