Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Con su fuerza, su ironía y su ácido sentido del humor, esta es probablemente la primera gran novela de y para millenials. Odio internet parte de la historia de Adeline, una dibujante de cómics de 45 años que, por haber escrito ciertas opiniones poco favorables años atrás, recibe amenazas de muerte y violación en Twitter, se entrelaza con la de Ellen, que debe huir de su pueblo cuando un vídeo sexual suyo se difunde en internet. Kobeck se apoya en esta trama para eviscerar la cultura millenial, el empleo de las nuevas tecnologías para transmitir y perpetuar la opresión de siempre. Odio internet ha sido comparada con «las grandes obras de Kurt Vonnegut en los sesenta.