El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Al ver las fotografías más emblemáticas de David Foster Wallace se advierte que el cabello largo, el paliacate y los lentes redondos configuran una mezcla entre Axl Rose, John Lennon y Kurt Cobain. Y como las estrellas de rock, el autor de Infinite Jest fue un ser de claroscuros, a juzgar por su mal comportamiento con las mujeres. Su muerte, a los cuarenta y seis años, dio paso al personaje que proyecta sobre sus textos la sombra de un eterno adolescente de dos metros de altura, hasta convertirse en uno de esos escritores que a fuerza de artículos, opiniones y recomendaciones muy pocos leen, pues basta con saber lo mínimo sobre el autor para tener tema de conversación. En el Dossier de esta edición se aborda la obra y vida de David Foster Wallace desde el dolor, el hip hop, la lectura de género, la no ficción y el reto de sumergirse entre sus páginas. Más que apuntalar al personaje, se aspira a que su producción literaria prevalezca y más lectores se acerquen a sus libros. Para completar el contenido, ofrecemos una crónica sobre la ciudad china más occidentalizada, Shanghái, escrita por Diego Olavarría; un cuento de migrantes de Juan Espíndola Mata; un ensayo que retrata una ciudad tan compleja como Berlín, de Rodrigo García Bonillas, así como dos poemas de Andrea Rivas e Irene Ruvalcaba. Como a las langostas de David Foster Wallace, consideren este nuevo número: no lo dejen para después, léanlo lo antes posible.