Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Se nos ha dicho el poder de las palabras: cada cosa que decimos tiene, por igual, una reacción positiva o negativa. De misma forma, la calidad y el valor de nuestros pensamientos genera estas mismas reacciones hacia nosotros mismos y a los demás. No sólo en un plano físico, sino también mental.
Es importante que, para que el pensamiento se mantenga en el curso del bien, se eduque, lo más pronto posible, el Yo en su totalidad, a pesar de las diferentes formas en que se presenta, así como el No-Yo, el cuál también forma parte de nosotros. Al final, el Yo, es la base de la vida.
Estudiando así el Conocedor, lo Cognoscible y el Conocer, es como se impulsará a llevar una vida noble, con la luz de la inteligencia iluminando su camino.