Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Entrevista que Bertrand Richard realizó al etnólogo Alban Bensa, en la que realiza una crítica a las teorías antropológicas de autores como Levi-Strauss, Durkheim y Mauss. Critica las posturas que conciben los estudios sociales bajo las condicionantes y reglas de las ciencias duras, con el afán de llegar a una objetividad pura. Bensa recalca la importancia del contexto y la historia que hay en una sociedad para lograr una verdadera comprensión de la misma sin dejar de lado la rigurosidad que requieren los estudios antropológico-sociales y etnológicos.