Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Al universo indígena, atractivo y complejo, que encontraron los conquistadores españoles a su llegada a las costas de Veracruz en 1519, se le ha llamado Mesoamérica. En él vivían y convivían un sinfín de sociedades que participaban de una sola tradición cultural, resultado de milenios de historia compartida.Geográficamente, el área mesoamericana ocupó el centro y sur de lo que ahora es México y una porción considerable de Centroamérica. Todo este territorio se ha dividido en regiones: Altiplano Central, Occidente, Costa del Golfo, Oaxaca y Zona Maya.Los españoles cerraron el ciclo de arte y la historia prehispánicos; en 1521 conquistaron el Altiplano Central y hacia 1550 dominaron las otras zonas de Mesoamérica, hechos de los cuales surgió una cultura híbrida, con interesantes combinaciones de las dos tradiciones en contacto, la europea y la indígena.Debieron pasar más de 400 años para que el arte prehispánico fuera verdaderamente valorado y admirado. Si en un tiempo sus creaciones fueron consideradas "obras dictadas por el demonio" o "artesanías curiosas de indios ignorantes", ahora vemos que el concepto escultórico mesoamericano ha influido en importantes creadores de talla universal; la fuerza del arte, en este caso de la escultura prehispánica, sigue viva a través de ellos.