Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Ver una foto, suponer que lo visto existió, pensar que "eso" es real, concebir esa "realidad" como una imagen no deteriorable y aceptar que la degradación de lo vivido se aleja de esta imagen son aseveraciones comunes del discurso fotográfico de nuestro siglo, que si bien no constituyen un cuerpo teórico definido, detonan un sinnúmero de reflexiones sobre la influencia de la fotografía en la subjetividad, obligando a otra forma de mirar, donde la reproducción del mundo referencial se perpetúa como una muerte viva, desdibujando la realidad transformable de una vida que por esencia muere incesantemente.La foto suspende el devenir, desde su estaticismo nos remite a lo vivo pero que ya fue, y nos aleja de ello en un juego paradoxal de tiempos. Un presente que se olvida de sí para dar presencia a lo que no existe, un pasado insistente cual espectro, fantasma o simulacro.