¿Por qué escribir cuando se viaja? ¿No viaja tanto el que lee como el que escribe que viaja? Viaje dentro del viaje o alto en el camino, la escritura itinerante es como un reloj interior que permite al peregrino poner un dique a la experiencia fluvial de viajar, construir una presa hecha de mapas en retazos.Desde la escritura, la experiencia no es menos decisiva: se diría en el tránsito y se reconoce en la mudanza. Es un amanuense sumiso de la geografía que va tomando los dictados del paisaje.Transcribe sus pasos en letra, en descripciones sus paseos. Con el pie toma el pulso de la tierra, con la pluma el del aire y el agua. El paseante lee con el cuerpo la novela de la geografía, el cuento de cada ciudad. Lugares o ciudades que pasan ante la mirada del visitante y ante sí mismas. Adolfo Castañón