Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Hay en esta narración en este importante precursor de la novela mexicana. Aquí se cuentan los pormenores a insólitos infortunios de un viaje alrededor del mundo en el siglo XVII, cruzado por peligros y acechanzas imaginables. El protagonista de este viaje, un pobre aventurero de nombre Alonso Ramírez, transmitió de viva voz los diversos episodios de un recorrido al sabio novohispano Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700), quien con ellos compuso una de sus narraciones más felices y sin duda una de las más extraordinarias de su tiempo. La temeridad y el arrojo de Ramírez encontraron muy sobrada recompensa en la ciudad sencillez del relato de Sigüenza y Góngora.