Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
En la obra de Calvert Casey la vida casi siempre se contempla desde su reflejo fúnebre. Su fascinación por la presencia de la muerte en la vida tan sólo puede compararse con la intensidad con que sus relatos manipulan la identidad de los personajes, ya sea que ellos mismos duden acerca de quiénes son o no acaben de saber quiénes son los demás. Parecería que la ficción, cuyos elementos coquetean a veces con la autobiografía, escenifica y desplaza -metaforiza y condensa- una interrogación del autor acerca de la propia identidad. Y es que la biografía de Calvert Casey abunda en incertidumbres.Sus cuentos exploran la vida a través de las figuras de la agonía, desde las inmediaciones de la necrofilia, gracias al recuerdo o la activa presencia de los difuntos. Recurso dramático, circunstancia esencial del argumento u objeto de ensoñación, la muerte tensa, súbita, la cuerda floja de sus relatos.