El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Este libro nos muestra la ardua labor que implica componer páginas, leer el diseño, ver el texto. El arte editorial es también artesanía del pensamiento, como él vinculado a la historia del diálogo, y a su tradición. Así, cada letra, caligráfica o impresa, es una visión del espacio y al serlo lo es del mundo; cada forma exige su tiempo y al marcarlo crea discurso.