Este libro nos muestra la ardua labor que implica componer páginas, leer el diseño, ver el texto. El arte editorial es también artesanía del pensamiento, como él vinculado a la historia del diálogo, y a su tradición. Así, cada letra, caligráfica o impresa, es una visión del espacio y al serlo lo es del mundo; cada forma exige su tiempo y al marcarlo crea discurso.