Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Enrique Fierro es un poeta que abraza el misterio en vez de compartirlo. Su gesta poética no es una búsqueda de claridad sino el juego de quien ya aprendió a morir y, así, desprendió a servir (según Montaigne). En poemas compactos y eléctricos, Fierro juega, canta, se divierte, experimenta, hace y deshace: es el amo y soberano de un orbe poético tan modesto como arriesgado, tan sencillo como endiablado, tan ingrávido como profundo. Una poesía libérrima descoyuntada, cuyo objetivo acaso sea nunca alejarse de la sorpresa ni acomodarse a nuestras expectativas. Una poesía consistente de que la risa y el juego son expresión de la sabiduría.