Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Aunque anclado en la historia política del siglo XIX, este libro de Guillermo Prieto abreva de la tradición que dio lugar a los Naufragios y comentarios (1542) de Álvar Núñez Cabeza de Vaca; pero también pueden rastrearse sus ecos posteriores, que llegan hasta la literatura mexicana del siglo XX a través de autores como Mariano Azuela o Carlos Monsiváis.Con una escritura audaz e ingeniosa, Prieto reconstruye episodios clave para la historia de México que, en su pluma, adquieren un tono hilarante. El autor echa mano de su experiencia en el campo militar para crear situaciones verosímiles donde el mundo propio es visto desde perspectivas variopintas: la mirada ajena, una supuesta filología nahuatlata, la mezcla de francés y español, equívocos intencionales y modismos. Así, inventa un lenguaje y redescubre la sorpresa de la mirada extranjera hacia México. Su humor siempre crítico, siempre leal. Y la unión de lo más culto y lo más popular siguen vigentes. Hay en Guillermo Prieto una estética y una ética que humaniza lo rostros de los héroes que hicieron patria e idealiza a un tiempo a los personajes de la vida cotidiana: los "hombres sin pies [...] indios ciegos [...] descansan sobre patas de centauros"