Edición corregida y aumentada de la primera edición aparecida en Filodecaballos en 2008. En diversas fuentes se menciona al Perro Vagabundo como café, teatro, cantina, cabaret en la segunda década del siglo XX. Tal vez era todo eso al mismo tiempo. Pero era, sobre todo, una especie de club, un lugar de reunión de artistas, poetas, pintores, actores y directores de teatro, un lugar para los ?consagrados?, donde se podía exponer libremente todo tipo de temas, discutir asuntos acerca de la creación artística, celebrar aniversarios, demostrar cada quien su arte a todos los colegas. La idea de un espacio así la tuvo el poeta y novelista Alexis Tolstói, quien en el proceso de la búsqueda de un lugar afortunado como sede de semejante club, comparó al grupo de sus colegas y amigos con el de los perros sin casa y vagabundos que buscan abrigo. Ahí leían sus poemas diversos autores. El sitio fue y quedó como un símbolo auténtico del Siglo de Plata ruso, con su atmósfera misteriosa y cautivadora, que emanaba una alegría un tanto histérica y febril. El presente libro recoge no sólo recuerdos de escritores rusos sobre ese sótano legendario, sino también testimonios de escritores sobre sus colegas en esos años prodigiosos en donde además de la poesía, floreció también la prosa con representantes tan diversos. El lector encontrará en estas páginas el prodigioso espectáculo de una sociedad en su más plena ebullición cultural, a punto de dar a luz el cataclismo de la Revolución de Octubre en un país en la cúspide de su madurez artística.