El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Testigo inigualable de su tiempo, Francisco de Goya fue un pintor y grabador versátil que lo mismo retrató a la corte, sus fiestas y juegos, que los horrores de la guerra. Ácido e incisivo cuando se asumía como crítico, fue también delicioso y grácil al celebrar la belleza y el placer cortesanos. Un acercamiento a un hombre que, a pesar de su sordera, supo escuchar mejor que nadie las contradicciones de El siglo de las luces.