En este lúcido ensayo John Gray cuestiona la idea de progreso como uno más de los mitos que estructuran la existencia humana. Gray argumenta cómo la fe en el progreso no está reñida con una estructura mental religiosa y, de hecho, es un derivado del cristianismo, pues Cristo fue el primer profeta que anunció el fin de los tiempos, con lo que la historia dejó de ser circular y cíclica, para convertirse en una marcha hacia la salvación final. El silencio de los animales explora la actual crisis existencial de la humanidad con una inteligencia y valentía cada vez más difíciles de encontrar en el pensamiento contemporáneo.