Ensayos de homenaje en el primer centenario del nacimiento del filósofo español, que abordan diversos aspectos de la obra de Ortega. Los cuatro trabajos dibujan con rigor algunos de los horizontes centrales del quehacer filosófico hispánico en el mundo actual.
La profundidad psicológica con la que Dostoievski revestía a sus personajes lo convierte, a ojos de algunos, en un escritor existencialista y un precursor de Nietzsche. Escrita en 1866, Crimen y castigo se convierte en un testigo de excepción de las contradicciones que alberga el alma humana, especialmente en los conceptos de falta y expiación. Esta indagación en el plano de la ética es uno de los aspectos que más han contribuido a la pervivencia de la obra y su contemporaneidad.