El autor sostiene que la economÃa y la literatura tienen puntos de contacto y para demostrarlo aborda los siguientes temas: el origen histórico de la filosofÃa y del dinero acuñado, asà como la postulación bivalente que afirma que las palabras señalan cosas concretas y que el dinero implica la posibilidad de obtener bienes si aceptamos que la literatura es valorable.
Joaquín está en lo alto de un trampolín, listo para dar un gran salto hacia el agua, pero se arrepiente. En las alturas, todos sus miedos surgen y entra en un dilema ¿debe saltar o no? Imagina todo lo que pasaría si saltara, pero también si no lo hiciera. Finalmente, decide lanzarse y lo disfruta tanto que quiere volverlo a hacer.