Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
Contrariamente a las críticas que se le han hecho, y que pudieran hacérsele, la revolución culinaria futurista presentada en este volumen se propone el grande, noble y útil designio de modificar radicalmente la alimentación de nuestra raza, fortificándola, dinamizándola y espiritualizándola con la ayuda de alimentos absolutamente nuevos en los que la experiencia, la inteligencia y la imaginación forman un sustituto económico a la trivialidad, la repetición y el gasto. Nuestra cocina futurista, regulada para las grandes velocidades como el motor de un hidroavión, parecerá loca y peligrosa a los ojos de un paseante melindroso, cuando en realidad tiende a crear una armonía entre el palacio de los hombres y su vida de hoy y de mañana. Con algunas célebres y legendarias excepciones, los hombres se han alimentado hasta el presente como las hormigas, las ratas, los gatos y los bueyes. Con nosotros, los futuristas, nace la primera cocina auténticamente humana, el arte de cocinar que, como todo arte, excluye el plagio y exige la originalidad creadora. Publicamos esta obra no por azar durante una crisis económica mundial cuyo desarrollo futuro puede parecer incierto pero que con seguridad nos supondrá la depresión y el pánico. A este pánico nosotros oponemos una cocina futurista, es decir: el optimismo a la mesa.
Filippo Tommaso Marinetti