Marc Slonim proporciona una admiorable introducción pqara los que se inician por los caminos de la novela, el cuento, el teato y la poesÃa rusos y un recordatorio vivificante para los viejos entusiastas de la gran riqueza de esta literatura y de sus más altos representantes.
Algarabía regresa con mucha hambre y sabor patrio con su número 190, dedicado de pé a pá a la comida mexicana. Desde los dulces de la calle, las falsas creencias en torno a la gastronomía prehispánica, el molinillo, el mito sobre Quetzalcóatl y el origen del chocolate, el itacate, la hostia y la pepitoria y, desde luego, la diabetes