Roland Barthes se propone descubrir una estructura en la existencia de Jules Michelet, es decir, desenmarañar la red de las obsesiones del historiador clásico francés, autor de obras ahora imprescindibles como Historia de Francia, La bruja, El pueblo, El insecto, entre muchas otras.En esa red de obsesiones de Michelet han quedado atrapados temas esenciales del devenir humano y del pensamiento, como la mujer, el sexo y el amor; la justicia, el pueblo y la revolución; la muerte y el sueño; la religión y la sangre, etcétera, pero dichos temas no son asumidos en forma abstracta por el historiador y su crítico, sino como florecimientos o pasiones en la vida y en la historia. Roland Barthes ha tejido también una red en esta obra y los fragmentos que recoge de Michelet logran componer de manera cabal el verdadero rostro del historiador.El riguroso método de Barthes hace de Michelet una auténtica creación que nos lleva apasionadamente al conocimiento profundo, en este caso de las ideas fijas que se apoderaron del espíritu de un gran historiador.
¿Usted tiene problemas al identificar el imperativo categórico de Kant? ¿Tiene pesadillas con la ubicación del Ser y el Tiempo? ¿Simplemente no sabe que no sabe nada, y aparte de eso, no le importa en absoluto? Los problemas filosóficos no tienen por qué ser temas abstractos sin relación con nuestra vida diaria. Tampoco asuntos académicos que atañen sólo a una élite. Fausto Alzati nos demuestra, con humor y un estilo provocativo, que un concepto, que ha suscitado debates encontrados dentro de las distintas escuelas filosóficas puede servir para analizar temas tan aparentemente banales como la cultura pop y entender sus verdaderas implicaciones en nuestra concepción del mundo.