Alfonso Reyes dijo de Goethe que si pecó por algo fue por querer aplicarlo todo al alcance de los sentidos, negándose a la mano oscura de la matemática o a las abstracciones filosóficas, y agregó: "nunca quiso pensar en el pensamiento, sino sólo en las cosas". Con su jugosa exposición, Alfonso Reyes nos pinta la existencia, obra y contorno del genio creador de Fausto.
Seguramente cierro ahora una etapa de mi pensamiento que podría denominar de la prueba del deseo y quisiera pensar que se debería abrir en este momento otra nueva, que podrá denominarse etapa de la prueba por el amor. Publicados en poco tiempo cinco libros, los paisajes se han de hacer otros. Será lo que, decía más arriba, podría denominarse etapa de la prueba del amor. Me inclino a pensar que este nuevo curso de las cosas ha ido comenzando a producir aquí y allá algunos pensamientos, como en ensayos de prospectiva, de ampliación de horizontes; más aún, que los t res capítulos que constituyen la tercera parte de este mismo libro son ya pura apertura a esta nueva etapa, en la que el pensar se ha de tejer con varios hilos, entre los cuales están el de una filosofía del cuerpo, el de la apertura a la historicidad, además, por supuesto, del decisivo hijo rojo de la gloria de la belleza. Por eso, en estos pensamientos nuevos, acaso ha de ser sintomático de manera especial el que busca conjugar persona y belleza.