Elemento indispensable en la formación de toda persona culta sigue siendo hoy el conocimiento de las letras clásicas. El autor traza aquà un panorama de la literatura latina sin omitir nada esencial y dando una clara idea de las figuras y corrientes.
Se nos ha dicho el poder de las palabras: cada cosa que decimos tiene, por igual, una reacción positiva o negativa. De misma forma, la calidad y el valor de nuestros pensamientos genera estas mismas reacciones hacia nosotros mismos y a los demás. No sólo en un plano físico, sino también mental.
Es importante que, para que el pensamiento se mantenga en el curso del bien, se eduque, lo más pronto posible, el Yo en su totalidad, a pesar de las diferentes formas en que se presenta, así como el No-Yo, el cuál también forma parte de nosotros. Al final, el Yo, es la base de la vida.
Estudiando así el Conocedor, lo Cognoscible y el Conocer, es como se impulsará a llevar una vida noble, con la luz de la inteligencia iluminando su camino.
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